Productores de Guanajuato siguen exportando jitomate pese a arancel de Estados Unidos
Aunque la medida impuesta por el gobierno estadounidense representa un reto logístico y económico, el sector agrícola guanajuatense continúa abasteciendo el mercado norteamericano.
Ante el reciente arancel del 17.09% impuesto por Estados Unidos al jitomate mexicano, los productores nacionales, incluyendo los de Guanajuato, no han detenido sus exportaciones y los embarques del producto continúan ingresando al mercado estadounidense.
Así lo aseguró Carlos Muñoz, presidente del Clúster Alimentos de Guanajuato, quien advirtió que la medida tiene una motivación política más que comercial y genera incertidumbre entre los agricultores de cara a los próximos ciclos de producción.
“Los embarques se están haciendo. No se han cancelado pedidos. Hasta donde tengo entendido, los procedimientos en frontera aún no se han definido completamente. Esto no es tan simple como decir: ‘suben los impuestos y ya’. Tiene que haber todo un proceso en el Departamento de Comercio e impuestos en Estados Unidos, y eso no se ha concretado aún”, explicó Muñoz.
Actualmente, el jitomate mexicano representa aproximadamente el 20% del consumo total de este fruto en Estados Unidos. De ese porcentaje, entre el 65% y 70% proviene de Sinaloa, seguido por San Luis Potosí, Jalisco y Guanajuato, estado que participa activamente en la producción tanto para exportación como para el mercado local.
En Guanajuato, alrededor de 30 municipios están involucrados en la producción de jitomate, gran parte bajo esquemas de agricultura protegida. Muñoz destacó que la entidad tiene condiciones agroclimáticas que permiten una producción casi continua, a diferencia de otros estados como Sinaloa, cuyo ciclo se concentra entre noviembre y marzo.
Aunque las exportaciones no se han detenido, Muñoz recalcó que el impacto real del arancel podría sentirse en el próximo ciclo agrícola.
“Lo que genera este tipo de medidas es una pérdida de confianza. Se va a empezar a cuestionar si conviene seguir produciendo o no. Nadie sabe aún cómo se aplicará el cobro de ese 17%, ni si se mantendrá. Lo único cierto es la incertidumbre que deja en el productor mexicano”, señaló.
El incremento en costos, incluyendo fletes, empaques y cruce fronterizo, hace inviable para muchos pequeños y medianos agricultores absorber un arancel adicional.
Un efecto inmediato de una posible caída en exportaciones sería una sobreoferta en el mercado nacional, lo que podría presionar los precios a la baja. No obstante, Muñoz consideró que este impacto sería transitorio.
Muñoz también subrayó que el jitomate mexicano goza de una calidad superior frente al estadounidense, especialmente al producido en Florida.
“El jitomate mexicano es incomparable con el de Florida. Son muy pocos los productores en ese estado que pueden competir en calidad con el producto nacional. Además, el consumidor estadounidense es muy exigente. Una menor oferta sólo elevará los precios y eso no le va a gustar al consumidor estadounidense”, apuntó.
Finalmente, Muñoz destacó la postura del Gobierno de México, que hasta el momento ha optado por mantener la vía del diálogo y la negociación.
“Es difícil no reaccionar, pero no debemos hiperreaccionar. De aquí a 15 días, ya veremos cómo reacciona el mercado, el consumidor, los supermercados y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. No podemos perder de vista que estamos en verano, época de alto consumo, y el jitomate está presente en casi todas las comidas rápidas”, concluyó.