Caso Ángel Yael: sin justicia y con la herida abierta
Dese hace un año, la Guardia Nacional no es bien vista en El Copal, una comunidad en la que habitan alrededor de dos mil personas y que está ubicada al norponiente de Irapuato.
La corporación federal lo ha entendido y ya no realiza con tanta frecuencia los rondines que llevaba a cabo en 2022, los cuales tenían como objetivo vigilar la red de ductos de Petróleos Mexicanos que pasan por la zona; su vigilancia ahora se limita a la zona de barbechos, pero ya no dentro del poblado, cuyos habitantes no olvidan que el 27 de abril del año pasado, un integrante de esta corporación presuntamente asesinó a Ángel Yael, un joven estudiante de la Ingeniería en Agronomía de la Universidad de Guanajuato, mientras que otro elemento más también habría disparado a los compañeros con los que viajaba el universitario.
Ha pasado un año desde aquel ataque y para la familia de Ángel Yael Ignacio Rangel la justicia aún no ha llegado. Han sido cuatro las ocasiones en las que les han hablado para darles a conocer los avances del caso y en las cuatro la herida se reabre, pues vuelven a escuchar una y otra vez cómo fue asesinado el joven que tenía 19 años y quien cursaba el cuarto semestre de la carrera de Agronomía.
Televisoras y medios de comunicación de diversas partes del mundo han tratado de acercarse infructuosamente a la familia de Ángel Yael. Hablar, para ellos, es revivir la herida y lo que quieren es que todo termine. Del proceso legal poco quieren saber, contaron a Organización Editorial Mexicana. “Que sea lo que sea, pero ya es un año y no vemos justicia”, dijo Norma Lucía Rangel, madre del joven.
Para ellos el proceso ha sido lento, con muchas trabas, “como si quisieran que todo se olvidara, pero cómo vamos a olvidar”.