Daniel Day-Lewis vuelve del retiro
Gracias a su hijo redescubrió su pasión por actuar
Han pasado ocho años desde que Daniel Day-Lewis anunció su retiro de la actuación y expresó que quería “explorar el mundo de una manera diferente”.
Pero la ausencia en la gran pantalla del actor, termina con Anemone, una nueva película dirigida por su hijo, Ronan Day-Lewis. Ambos la escribieron juntos. Lo que comenzó como algo pequeño, sin una verdadera ambición, creció hasta convertirse en un largometraje completo y el tan esperado regreso de Day-Lewis al cine.
“Me entristeció haberme quizás excluido de eso cuando decidí trabajar en otra cosa por un tiempo”, manifestó Day-Lewis en una entrevista junto a su hijo. “A medida que avanzábamos, y parecía cada vez menos posible contenerlo, como dos tipos en un cobertizo, comenzó a alarmarme un poco. Entendí que esto iba a implicar todo el aparato de una producción cinematográfica, y eso no era algo a lo que estuviera ansioso por volver”.
“Pero simplemente seguimos avanzando para ver qué sucedía”, añadió. “Y esto es lo que sucedió”.
Anemone, que recientemente se estrenó en el Festival de Cine de Nueva York y que Focus Features estrena el viernes en cines, muestra a Day-Lewis, ahora de 68 años, no menos intenso o magnético como intérprete. Es una historia de padre e hijo, aunque no autobiográfica. Day-Lewis interpreta a Ray Stoker, un ermitaño solitario que vive en una cabaña remota. Su hermano, Jem (Sean Bean), llega e intenta convencerlo de que regrese con su hijo adolescente.
UN RECORDATORIO CONTUNDENTE
El gesto más significativo que Day-Lewis le ofrece a su hijo podría no ser hacer una película con él, sino regresar al centro de atención por ella. En el Festival de Cine de Nueva York, Day-Lewis ha sido una presencia feliz y humilde, llamándose a sí mismo un tonto por su retiro declarado y aceptando con diligencia una atención que en gran medida ha evitado durante la última década.
“Ha sido un recordatorio contundente para mí de: Oh, sí, así es como es”, dijo, riendo.